Una revolución en la escuela - Despertando al dragón dormido
Lo único que interfiere en mi aprendizaje es mi Educación, Albert Einstein. Los adultos estamos tan acostumbrados a dirigir y guiar a los niños que incluso creemos que les estamos ayudando. Con toda la buena intención, buscamos cómo rellenarles su día a día con nuestras propuestas y actividades de lo más interesantes y estimulantes para que no se aburran, para que aprendan mucho, para que tengan una buena educación... Desconocemos que les estamos distrayendo y alejando de su propio programa interno de aprendizaje. Y que cada vez esperarán más que les entretenga desde afuera en lugar de conectar con su escucha interna. Pero los niños vienen capacitados para guiar óptimamente su aprendizaje desde adentro. Si los adultos que los acompañamos así se lo permitimos... Cuando un niño empieza a ser guiado en lo que «le conviene» aprender, pospone su propio programa interno de aprendizaje y delega el desarrollo de su potencial de su plan de ruta en manos de los adultos. Los adultos se convierten entonces en «quienes saben», y tienen la responsabilidad sobre el propio aprendizaje. Un niño que desde siempre ha sido respetado en su libertad de aprendizaje es sencillamente capaz de escucharse y seguir los dictados de su corazón. Cuando un niño ha sido continuamente motivado desde el exterior, dirigido desde afuera, aprende a acallar su corazón y esperar indicaciones ajenas. Pero eso sucede desde la desconfianza de los adultos, según los cuales los niños vienen a perder su tiempo jugando y haciendo cosas que no les convienen. Como si jugar no se correspondiese con un sofisticado mecanismo evolutivo desarrollado por nuestra especie que permite elaborar y comprender el mundo de una manera sencilla y fascinante para los niños...
Autora: Cristina Romero
Editorial: Ob stare
Distribuidora: Grupal
ISBN: 9788494260636